Vistas de página en total

martes, 1 de noviembre de 2016

Las meninas

Muy buenas a todos. Como comprenderéis, este blog no va a ser solo de mis gustos musicales, cinematográficos, literarios... De vez en cuando os hablaré de alguna obra de arte, como por ejemplo hoy mismo.
Os voy a comentar un precioso cuadro del grandísimo Diego Velázquez. Ese cuadro se llama Las meninas.


Antes de nada, qué menos que conocer un poquito a Diego Velázquez.


Diego Velázquez fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal. De hecho, varias características sobre su trabajo, demuestran esto que os acabo de decir.

En primer lugar, su uso de la perspectiva aérea. Para que me entendáis, la perspectiva aérea es una técnica de dibujo mediante la cual se consigue provocar el efecto de lejanía y profundidad. Esto lo logra mediante el color y la luz, ya que los objetos se ven más pálidos a medida que están a mayor distancia.

La primera etapa de la vida de Velázquez fue en Sevilla. En 1610, fue aprendiz en el taller de Francisco Pacheco, pintor de notable prestigio en Sevilla y con quien emparentó después de casarse con su hija.

En estos momentos, sus cuadros son tenebristas y utiliza colores oscuros y opacos. Además, siente interés por representar las calidades de los tejidos y de los objetos. Aquí os dejo algunos ejemplos de esta etapa: "La vieja friendo huevos", obra de gran realismo pintada con tonalidades castañas e iluminación tenebrista, "Cristo en casa de Marta", "La mulata" y "El aguador de Sevilla". Esta última fue realizada entre 1619 y 1622 con una técnica claroscurista y gran detallismo de los objetos.

En 1623 se instaló en la Corte y ahí comenzó su primera etapa madrileña. En esta época, trabajó como pintor de retratos, realizando varios del conde duque de Olivares y del monarca Felipe IV.

Los retratos de Velázquez recuerdan a los de Tiziano, aunque tienen un fondo más claro. Entonces Velázquez deja a un lado los colores oscuros de su etapa sevillana y aclara su paleta, que tiene tonos rosas y blancos.

En su primer viaje a Italia (1629-1631), la paleta de Velázquez abandonó los tonos oscuros, se interesó por el estudio del paisaje y su pincelada se hizo más fluida.

De vuelta en la Corte madrileña, comienza su etapa más larga. En principio, retratará a los miembros de la familia real y decorará el palacio del Buen Retiro. La obra más importante de estos años es el gran lienzo de "La Rendición de Breda". Un poco más adelante, pintó el "retrato ecuestre del conde duque de Olivares".

En 1651 vuelve a España y así comienza su último período, en el que pintó algunas de sus obras maestras. Por ejemplo, la "Venus del espejo". Es una obra en la que destaca la belleza y el encanto. De esta época es también "Las hilanderas". Este cuadro se hizo para un particular, no para la Corte y es una de sus obras capitales por su complejidad y perfección.

Y por último, realizó su cuadro más famoso, "Las meninas", del que os voy a hablar a continuación.

Este cuadro representa a Velázquez realizando un retrato de los reyes. Fue realizado en 1656. Es aquí donde Velázquez consiguió reflejar una escena de movimiento paralizado. Casi todos los personajes del cuadro miran hacia los reyes.

La profundidad del cuadro se consigue gracias al uso de distintas líneas. En una primera, que es la más cercana a nosotros, los personajes del cuadro están divididos en dos grupos de tres figuras cada uno: la infanta con sus dos meninas y los dos enanos con el perro.


En la siguiente línea se encuentra Velázquez, que aparece con la paleta en la mano.


En un nivel más alejado, están la camarera mayor de la infanta y un guardadamas no identificado.


Y por último, en un nivel mucho más alejado,se encuentra el aposentador de la Corte y el espejo en el que se reflejan los reyes.


Además de la perspectiva, Velázquez, utiliza otro método para dar sensación de profundidad al cuadro. Difumina los contornos de las figuras más lejanas de nuestra posición como espectador.
También utiliza el claroscuro que se ve en que la luz incide en las caras de los personajes y en la puerta, por lo que el resto del cuadro queda más oscuro.

Y por último, como curiosidad, me gustaría añadir una última cosa. En el Siglo XVII, recibían el nombre de "meninas" las jóvenes de buena familia que se convertían en doncellas de honor de las infantas reales. Y el nombre de esta obra viene porque la infanta aparece en dicho cuadro con dos de sus meninas.

Siento que sea un poco larga esta entrada, pero es muy interesante. ¡Muchas gracias a todos por perder un poco de vuestro tiempo en leerme!






No hay comentarios:

Publicar un comentario